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La popularidad del presidente de EEUU, George W. Bush, se encuentra en sus niveles más bajos desde el 11 de septiembre al bajar siete puntos en los últimos días, según una encuesta de la empresa Zogby América.

El sondeo, publicado anteayer, fue realizado entre los días 12 y 15 de este mes, justo después de que se publicaran informaciones sobre algunas transacciones financieras del presidente antes de llegar a la Casa Blanca. La encuesta coincide con la presentación ayer del plan de seguridad nacional presentado por Bush del que forman parte soldados preparados para la guerra biológica, nuevas vacunas, agentes que piensan como terroristas y leyes de extradición más duras.

Flanqueado por congresistas republicanos y demócratas y miembros de su Gobierno, Bush aseguró en el jardín de la Rosaleda de la Casa Blanca que «proteger al pueblo estadounidense de los atentados (terroristas) es la prioridad nacional más urgente». La iniciativa de Bush, que involucra en la defensa del territorio nacional tanto al Gobierno como a la empresa privada, hace también un llamamiento al Congreso para que elabore nuevas leyes de extradición y de secretos e informaciones reservadas.

Igualmente, insta a la preparación de nuevas vacunas con las que hacer frente a amenazas bioterroristas, prevé el reforzamiento de la seguridad en las fronteras con más equipos y mejor preparación, y establece medidas para la protección de infraestructuras como los gasoductos, las centrales eléctricas y las plantas nucleares.

El plan de Bush está contenido en un extenso documento de 76 páginas dado a conocer hoy a los congresistas en el que se asegura que, «a menos que se prevenga, una nueva ola de terrorismo, que potencialmente podría utilizar algunas de las armas más destructivas, se avecina en el futuro de Estados Unidos».