La tragedia del submarino nuclear «Kursk» en agosto de 2000, en la
que murieron 118 hombres, varios de ellos por asfixia varias horas
después de la explosión de un torpedo que provocó el naufragio, no
tuvo culpables, según los resultados definitivos de la
investigación de la Fiscalía general rusa hechos públicos ayer.
«La investigación no encontró culpables», declaró el fiscal
general de Rusia, Vladimir Ustinov, al confirmar que el «Kursk» se
hundió tras la explosión de uno de los torpedos, según los
resultados de la investigación que duró cerca de dos años.
El naufragio del «Kursk», orgullo de la marina rusa, el 12 de
agosto de 2000 durante maniobras en el Mar de Barents, traumatizó a
Rusia, que descubrió el estado de deterioro de su flota.
El Kremlin había aceptado con reticencia y retraso las ofertas
de ayuda del exterior. «Las personas que participaron en la
concepción, la fabricación, el almacenamiento y la utilización del
torpedo no podían prever una eventual explosión y la muerte de la
tripulación», declaró el fiscal, que se había reunido durante la
jornada con el presidente ruso, Vladimir Putin, para transmitirle
un informe de 100 páginas sobre las conclusiones de la
investigación. Este tipo de torpedo fue puesto en servicio en los
años 50.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.