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El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, definió ayer a Irak como «un enemigo», pero excluyó «un plan de guerra inminente» contra el régimen de Sadam Husein.

«En una ocasión los he descrito como ´el eje del mal´. Los describo como el enemigo, hasta que se pruebe lo contrario», señaló el presidente, quien agregó que dispone de «muchos instrumentos» contra Irak, además de un posible ataque militar.

En unas declaraciones en Waco (Texas), Bush insistió en que no existe «un calendario» para decidir un posible ataque militar y dijo que consulta con miembros del Congreso y países aliados de EEUU sobre la forma de hacer frente al «peligro» iraquí.

No obstante, una coalición de grupos de oposición iraquíes estudiaron ayer con el vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, a través de un sistema de videoconferencia, los planes estadounidenses para derrocar a Husein.