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FRANCE PRESS-MOSCU Al menos 85 personas murieron al estrellarse ayer un helicóptero ruso MI-26 cerca de Grozny, según fuentes militares rusas, atribuyendo la caída del aparato a disparos de rebeldes chechenos. Si esta información se confirma, sería el golpe más grave sufrido por las fuerzas rusas desde que comenzó la segunda guerra de Chechenia, en octubre de 1999. Sobrevivieron 27 soldados y 5 miembros de la tripulación a la caída del aparato, que intentó un aterrizaje de emergencia, según la misma fuente militar.

Un portavoz del Ministerio ruso de Defensa había negado que el aparato fuera derribado por los rebeldes chechenos, afirmando que su caída se debió a un desperfecto del motor. En una declaración en a un canal de televisión, Nikolai Deriabin desmintió que los rebeldes hubieran derribado el helicóptero. «El motor se incendió cuando el helicóptero se preparaba para aterrizar y tuvo que realizar a un aterrizaje de emergencia», indicó.

Según el ministerio de Defensa, el aparato, que transportaba a 112 militares y a cinco tripulantes, había partido de Mozdok, una importante base militar rusa en Osetia del Norte, rumbo a Jankala, en los alrededores de Grozny. «Esta catástrofe será investigada minuciosamente, lo más rápido posible», declaró el presidente ruso Valdimir Putin. Sin embargo, dos soldados vieron que el helicóptero fue alcanzado por disparos que provenían del suelo, indicó la fuente del estado mayor de las fuerzas federales.

Los heridos fueron evacuados a bordo de helicópteros y vehículos hacia el cuartel general de las fuerzas rusas en Jankala, a unos pocos del lugar en donde cayó el aparato. Fuentes del Estado Mayor informaron de la retirada de cadáveres de entre los restos del aparato, que seguía envuelto en llamas dos horas después de ser alcanzado.

Por su lado, los rebeldes chechenos afirmaron que derribaron el helicóptero ruso cerca de Jankala, según una declaración publicada en una página internet, sin proporcionar más detalles. Según las primeras indicaciones rusas, el helicóptero habría sido alcanzado por un misil tierra-aire o por una ráfaga de ametralladora de grueso calibre, declaró una fuente militar citada por Interfax. Antes de la caída del aparato, la tripulación logró advertir a la base, a través de la radio, que un motor estaba en llamas y que intentarían realizar un aterrizaje de emergencia.