Israelíes y palestinos siguen aferrados a sus posiciones tras
cuatro días de asedio a la Mukata en Ramalá (Cisjordania). Las
negociaciones mantenidas por ambas partes han fracasado, al negarse
el presidente palestino, Yasir Arafat, a entregar una lista de
quienes se encierran con él, tal y como le habían pedido los
israelíes, que a su vez no han querido precisar los nombres de los
sospechosos a los que reclama.
Mientras Arafat afirmaba que los palestinos se han visto en
situaciones mucho peores, el Gobierno de Ariel Sharon reiteró su
poco aprecio por la Unión Europea negando el permiso al enviado
especial para Oriente Próximo, Miguel Angel Moratinos, para
entrevistarse con el líder palestino, que sin embargo sí pudo
recibir a su negociador en jefe, Saeb Erakat.
Erakat se convirtió así en el primer visitante del complejo
presidencial desde que los tanques israelíes empezaran a derribarlo
el pasado jueves, tras el atentado suicida que se saldó con seis
muertos en Tel Aviv. Desde entonces el cerco había permanecido
sellado, aunque hoy finalmente Israel dio permiso a Erakat para que
entrase en el recinto para rendir cuentas a Arafat de los
resultados obtenidos en su reunión con los negociadores
israelíes.
A su salida, el negociador en jefe confirmó a los medios que sus
contactos con los delegados israelíes "concretamente con el general
Eival Giladi" habían fracasado. También transmitió un nuevo mensaje
de Arafat: que no entregará una lista de las cerca de 200 personas
que presuntamente se atrincheran con él en la Mukata. Israel, a su
vez, se había negado poco antes a enviar al presidente palestino la
lista de los 50 sospechosos de terrorismo que, según sus datos,
siguen encerrados en el cuartel general.
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