Bush compareció ayer en la Casa Blanca.

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FERNANDO PUCHOL-WASHINGTON La Cámara de Representantes, dominada por los republicanos, llegó ayer a un acuerdo con la Casa Blanca sobre una resolución que autorice al presidente a emprender la guerra contra el régimen del presidente iraquí, Sadam Husein, incluso sin el visto bueno de la ONU. El texto de la resolución se debatirá en la Cámara la próxima semana y, según los primeros borradores, establecerá que si los esfuerzos diplomáticos fallan, el presidente tendrá la capacidad unilateral de emprender una acción militar contra Bagdad.

La resolución, que sólo con la aprobación de la Cámara no tendrá validez, estipula también que el presidente deberá comparecer cada 60 días ante los legisladores para informar de la marcha de los acontecimientos, haya o no intervención militar. El texto limita los casos en los que se justificaría una acción militar, que la Casa Blanca quería ampliar con referencias, no sólo a las armas de destrucción masiva, sino también a la política represiva del régimen de Bagdad y sus amenazas a los países vecinos.

Bush consideró que el espíritu del texto propuesto refleja que una solución pacífica en el conflicto con Irak pasa por un desarme completo y fiable del régimen de Husein, y que, de no producirse, una acción armada «puede ser inevitable». «Sadam tiene que desarmarse y punto», dijo Bush en los jardines de la Casa Blanca en una comparecencia en la que estuvo acompañado por legisladores de ambos partidos, incluidos destacados demócratas partidarios de dar amplios poderes al presidente.

El mandatario estadounidense manifestó que si el régimen iraquí «sigue desafiando (a la comunidad internacional), el uso de la fuerza puede ser inevitable», y pidió poner plazos concretos a la misión de inspectores de la ONU que viaje próximamente a Irak. Bush reconoció que una eventual acción contra el régimen de Bagdad supondría «muchos sacrificios» para el país, pero reiteró que es su obligación hacer todo lo que está en su mano para hacer frente a lo que calificó como una amenaza para la seguridad nacional.