Bush, junto al candidato a senador por Tejas John Cornyn.

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ORLANDO LIZAMA-WASHINGTON Los estadounidenses votaron ayer en unas elecciones legislativas convertidas en virtual referéndum sobre la gestión del presidente George W. Bush y en una consulta sobre cuál es la mayor inquietud del país: la economía o una posible guerra con Irak. Pero, sobre todo, los comicios determinarán si Bush podrá contar en los próximos dos años con un Congreso de mayoría republicana que le permita aplicar su programa de Gobierno o se resigna a una difícil negociación con el Partido Demócrata.

Frente al desgaste que tradicionalmente afecta a todo Gobierno después de dos años al mando de la Casa Blanca y la tradicional apatía electoral, los republicanos buscarán mantener el control de la Cámara de Representantes, que renovará sus 435 escaños. En estos momentos los republicanos tienen en esa cámara del Congreso 223 representantes, contra 208 demócratas, 1 independiente y tres vacantes. En el Senado, que renovará 34 de sus 100 escaños, la situación es mucho más pareja y la mayoría demócrata se decidió el año pasado cuando el republicano James Jeffords renunció para convertirse en independiente.

Esa decisión dejó la Cámara Alta con 50 demócratas, 49 republicanos y un independiente y un escaño más dará al partido de Bush la mayoría por cuanto en caso de empate en votaciones éste es dilucidado con el sufragio del vicepresidente Dick Cheney. En estas elecciones también se designarán 36 nuevos gobernadores, además de decidirse temas locales que van desde el uso de la marihuana hasta la aplicación de la pena de muerte en ciertos casos, pasando por la legalidad de las peleas de gallos. La última encuesta, realizada por la cadena de televisión CNN y el diario USA Today, reveló que el resultado será muy estrecho con un 51% de apoyo para los republicanos y un 45% para los demócratas.