Miles de personas salieron a la calle en Pyongyang para denunciar la política de EE UU.

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EFE-SANTA FE Corea del Norte advirtió ayer que Estados Unidos ha dado un paso peligroso hacia una eventual guerra nuclear en la península coreana, al tiempo que recordó que Pyongyang está preparada para defender la soberanía y dignidad del pueblo norcoreano bajo el liderazgo de Kim Jong Il. Choe agregó que Pyongyang «podría realizar una serie de pruebas con misiles balísticos», en fecha que no determinó, para reafirmar la soberanía del pueblo norcoreano, que, agregó, «no está dispuesto a dejarse intimidar por nadie».

«Hemos decidido abandonar» el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares «en un acto de legítima defensa», dijo el embajador de Corea del Norte en China, Choe Jin Su. Choe mostró su rechazo frontal a la Administración del presidente norteamericano, George W. Bush, y denunció en un lenguaje belicoso que Estados Unidos utiliza como si fuera una marioneta a la Organización Internacional para la Energía Atómica (OIEA).

«La OIEA ha sido utilizada como una herramienta hostil por Estados Unidos, que desea imponernos su voluntad a la fuerza», subrayó Choe. Dijo también que Estados Unidos dejó de suministrar energía a Corea del Norte en noviembre, ignorando los compromisos adquiridos con Pyongyang. Choe anunció que, a pesar del ambiente de hostilidad de EE UU, Corea del Norte no sería la primera en iniciar una guerra atómica, ya que su propósito es «estar preparada para la autodefensa» y desarrollar energía nuclear con fines pacíficos. El embajador recordó en tono de desafío que «Pyongyang no acepta la política agresiva de Bush, quien nos ha incluido en el 'Eje del Mal' y pretende derrocar nuestro gobierno sin darnos otra opción "reiteró", que la autodefensa».

Las expectativas para mitigar las tensiones entre Washington y Pyongyang por su programa nuclear aumentaron ayer con la conclusión de tres días de reuniones entre el gobernador de Nuevo México (EE UU), Bill Richardson y el embajador norcoreano adjunto ante la ONU, Han Song Ryol, en Santa Fe (Nuevo México).

Richardson calificó las nueve horas de reuniones como «positivas, constructivas, francas y sinceras» y dijo que los norcoreanos buscan «un diálogo con EE UU para discutir sus preocupaciones sobre la verificación de su programa nuclear».