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EFE-TOKIO
El secretario de Estado de EE UU, Colin Powell, indicó ayer en Tokio que el mundo tendrá que decidir finalmente qué hacer con Irak después del informe que el jefe de inspección armamentista de Naciones Unidas, Hans Blix, entregará al Consejo el 7 de marzo.

Indicó también que la resolución 1.414 del Consejo de Seguridad de la ONU deja claro que Irak es culpable y también que, si el régimen de Bagdad no lo arregla, no acata ahora lo que ordena el organismo y no coopera, tendrá que atenerse a «graves consecuencias». El secretario de Estado aseguró que a Irak se le estaba acabando el tiempo.

En una rueda de prensa ofrecida en la embajada estadounidense de Tokio, Powell, que el sábado se reunió con el primer ministro Junichiro Koizumi, dijo que la comunidad internacional tiene «una última oportunidad» para decidir su postura en el conflicto por el desarme de Irak una vez se conozca el contenido del último estudio solicitado a Blix. «Es hora de actuar. La evidencia es clara. Ellos son culpables...», manifestó.

«No es cuestión de que se necesite más tiempo para nuevas inspecciones. El tema es el desarme y la conformidad de Irak a las peticiones internacionales», subrayó momentos antes de concluir su breve estancia en Tokio para continuar viaje a China y Corea del Sur, en donde discutirá con sus respectivas autoridades la situación de Irak y Corea del Norte.

Según opinó, el mundo está otra vez ante el mismo problema que al comienzo de la resolución de la ONU número 1.414 de finales del año pasado.

El consejero del Pentágono, Richard Perle, afirmó, en una entrevista publicada ayer por el diario saudí 'Asharq Al-Awsat', que Washington atacará Irak aunque Francia utilice su derecho de veto ante la ONU, ya que el presidente, Jacques Chirac, no puede «definir la política americana».

EE UU extremó ayer sus gestiones diplomáticas para redactar el texto de una segunda resolución que presentará esta semana ante Naciones Unidas, con el propósito de lograr un consenso sobre una guerra contra Irak.

El primer ministro británico, Tony Blair, intentará esta semana recabar apoyos para una segunda resolución que dará «un último empujón a la paz» al conceder al líder iraquí, Sadam Husein, más tiempo para desarmarse.