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Las manifestaciones de protesta contra la guerra en Irak continuaron ayer en numerosas ciudades europeas, como la multitudinaria de Londres, y otras de Africa y Oriente Medio, como las que reunieron a miles de libaneses y tunecinos.

En Estrasburgo, en el Este del país y donde protestaron más de 3.000 personas, se produjeron incidentes violentos al margen de la manifestación entre unos cientos de asistentes y decenas de policías.

La manifestación de la capital británica, aunque no llegó al millón y medio de personas que se reunieron el mes pasado, sí fue la mayor celebrada en el Reino Unido desde que comenzó la operación contra el territorio iraquí.

La policía británica informó de que asistieron en torno a las doscientas mil personas, aunque los organizadores afirmaron que hubo medio millón, y hubo cargas contra un grupo de manifestantes que bloqueaban la céntrica Oxford Street.

En París se manifestaron casi cien mil personas que lanzaron gritos y mostraron pancartas en contra de la guerra y del presidente estadounidense, George W. Bush, en una marcha que congregó a políticos de izquierda, estudiantes, kurdos y palestinos.

En Italia, decenas de miles de personas se manifestaron en las principales ciudades del país, donde destacaron los dos cortejos de Roma y la acción de los ecologistas de «Greenpeace» que colocaron una pancarta contra Silvio Berlusconi en el «Altar de la Patria», en la capital.

Cerca de 35.000 personas, según la policía, se manifestaron en Lisboa, donde la pianista Maria Joao Pires leyó el manifiesto final.

En Bruselas la manifestación reunió a unas diez mil personas y en ella se produjeron diez detenciones y tres heridos durante enfrentamientos con la policía belga contra algunos participantes.

También en otros países no europeos hubo manifestaciones, como la que reunió en Beirut y otras ciudades de Líbano a miles de libaneses y palestinos.