El Ejército iraquí quemó petróleo en las afueras de Bagdad para cubrir de humo la capital y obstaculizar así el bombardeo aliado.

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Cerca de diez misiles cayeron ayer tarde en Bagdad, en el primer ataque diurno desde el inicio de la guerra y cuando el régimen de Sadam todavía se restañaba las heridas que le causó el viernes el bombardeo mas fuerte en su historia.

De acuerdo con las fuentes, expertos militares rusos recomendaron la táctica, cuya efectividad es una incógnita, y que incluye la quema de dióxido de aluminio para alterar los radares de los aviones, en el caso de ofensivas aéreas.

Poco después una muralla de humo de cientos de metros de altura envolvía en círculo toda la ciudad para protegerla de los bombardeos norteamericanos. Las humaredas eran alimentada por toneladas de petróleo a las que las autoridades prendieron fuego para cegar a los misiles tras una ofensiva diurna que se inició a las 15.00 hora local (12.00 GMT) y marcó la reanudación de las incursiones.

Las explosiones de cohetes causaban estruendo y se producían de forma continua aunque intermitente en las afuera de la ciudad, donde antes del atardecer habían caído más de una docena de proyectiles.

Tras un primer ulular, las alarmas callaron y los impactos no recibían respuesta de las baterías de antiaéreos iraquíes, lo que permitía suponer que en los ataques se utilizaban misiles «Tomahawk» lanzados desde barcos en el mar Rojo.

Según fuentes del gobernante Partido Arabe Socialista «Baaz», las fuerzas de defensa confiaban confundir los sistemas de dirección de los misiles, y desviar sus trayectorias con las inmensas columnas de humo, que salían de zanjas con conductos repletos de carburante.

Dos de los lugares alcanzados se encuentran en la zona de Al Dura, al sur del núcleo urbano y donde se ubica la mayor refinería de petróleo de la capital iraquí.

Otros dos impactos se produjeron en las cercanías del barrio de Mutasam, al suroeste y en el que se localizan instalaciones militares, y en el de Kaj, en el centro, la zona más castigada el viernes y símbolo del poderío del Irak moderno.