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EFE-SILOPI
Las diferencias entre Turquía y Estados Unidos sobre como manejar la situación en el Kurdistán iraquí demora el inicio de la ofensiva militar que desde el norte de Irak se planeó llevar a cabo contra las tropas del régimen de Bagdad.

La aviación de EEUU bombardeó ayer por segunda vez los reductos del grupo extremista islámico Ansar Al-Islam en el norte de Irak, con el fin de facilitar el asalto de las fuerzas kurdas.

Inicialmente, el Pentágono preparó a 62.000 soldados de IV División de Infantería y otras unidades para tomar Kirkuk y Mosul, así como los ricos yacimientos de petróleo que se encuentran en los alrededores de esas dos ciudades, y desde estos puntos avanzar hacia la capital iraquí.

Pero la negativa del gobierno de Ankara de permitir a las tropas estadounidenses y británicas el empleo de sus bases, que debían servir de trampolín para transportarlas hasta el Kurdistán iraquí, desbarató los planes del Pentágono. Los líderes kurdos acusan a Turquía demorar con su actitud la ofensiva militar desde el norte, y que debería haberse iniciado casi al mismo tiempo que la acometida el pasado día 20 de marzo en el frente del sur de Irak. «Si la ofensiva por el norte estuviera en marcha, la presión sobre las tropas iraquíes sería ahora doble, la culpa la tiene sólo Turquía», dijo el general Azad Miran, jefe de operaciones militares del Partido Democrático de Kurdistán.

Turquía, que teme que los kurdos se hagan con el control de los yacimientos petroleros y tengan una destacada presencia en futuro gobierno iraquí, rechaza el consejo de Estados Unidos y el Reino Unido de no desplegar tropas en el norte de Irak, acción que además de complicar las guerra, desataría enfrentamientos con los kurdos.

En vez de los 62.000 soldados, Estados Unidos enviará hasta el norte de Irak, y en los próximos días, unidades de una División Aerotransportada, que se unirán a las de las fuerzas especiales que desde hace varias semanas operan en distintos puntos de la región autónoma.

Al menos cuatro bombas fueron arrojadas poco antes de que amaneciera sobre las posiciones de los militantes del integrista Ansar Al-Islam (Seguidores del Islam), grupo al que Estados Unidos relaciona con la red terrorista Al Qaeda. El ataque aéreo fue llevado a cabo por dos aviones que sobrevolaron el área en una sola ocasión, según relató un oficial del brazo militar de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), el partido que controla áreas del noreste de la región autónoma iraquí.