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EUROPA PRESS-WASHINGTON
Estados Unidos cree que técnicos rusos ayudan a Irak a bloquear señales satelitales que guían bombas y aviones en la ofensiva militar británico-estadounidense sobre Bagdad, afirmó ayer un alto funcionario estadounidense.

El Post señala que otras dos firmas rusas venden armas a Irak, violando al embargo de la ONU.

El oficial dijo que Washington tiene pruebas de que personal de una firma rusa está en Irak tratando de ayudar a instalar y operar un sistema que interfiere su sistema de posicionamiento global.

«El sistema es complejo y hay pruebas de que los técnicos rusos han tratado de poner a punto este sistema y ayudando a los iraquíes a operarlo», agregó.

«Estamos disgustados y hemos planteado esto a los más altos niveles con los rusos», y añadió que aunque no hay indicios de que Moscú esté implicado en el incidente, ha sido «totalmente ineficaz» en el tratamiento del caso.

En Moscú, la empresa rusa Aviakonversiya negó haber vendido recientemente a Irak distorsionadores de frecuencias de uso militar, pero admitieron que el Gobierno de Bagdad se mostró interesado. «En los últimos cuatro años, Irak nos ha enviado representantes que decían querer hacer pedidos. Vinieron tal vez unas quince veces, mantuvieron entrevistas, prometieron transferir fondos, luego partieron y no los hemos vuelto a ver, no compraron nada», declaró el director de la empresa.

El funcionario de Washington dijo que la inteligencia estadounidense había logrado relacionar una señal electrónica emitida por el sistema iraquí específicamente al sistema vendido por la firma rusa.

«Emite una señal que es característica del sistema de la compañía Aviaconversiya y nuestra inteligencia logró identificarlo», afirmó.

La fuente confirmó una información dada por el diario «Washington Post» en la que se sitúa el comienzo de las quejas sobre la venta de sistemas de interferencia en junio de 2002.

El Departamento de Estado protestó ayer ante Rusia por no haber respondido a su preocupación sobre la venta de armas a Irak por parte de firmas rusas, alegando que ahora amenazan la seguridad de las tropas estadounidenses, británicas y australianas que avanzan hacia Bagdad.