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Cuando apenas han pasado cuatro días desde que empezó esta nueva guerra en el Golfo, los accidentes y el llamado «fuego amigo» han causado ya más víctimas -sobre todo entre las fuerzas británicas- que el enemigo iraquí.

La búsqueda de supervivientes ya ha comenzado, y al mismo tiempo se investigan las causas del accidente. El comandante de las tropas británicas en el Golfo, Brian Burridge, afirmó que el Tornado -un aparato en el que normalmente viajan dos tripulantesfue alcanzado «obviamente por error», cuando regresaba de una misión en Irak. Burridge declaró sobre el avión caído: «Este es un momento muy triste -dijo Burridge- pero intentaremos superarlo lo antes posible y continuar con nuestro objetivo».

Un avión «Tornado» de la Fuerza Aérea británica (RAF) -posiblemente con dos tripulantes a bordo- fue derribado ayer por un misil «Patriot» estadounidense en la frontera de Kuwait. La noticia de este dramático accidente fue confirmada desde el cuartel general aliado en Qatar por el jefe de las Fuerzas británicas en el Golfo, teniente general Brian Burridge.

Durante la primera guerra del Golfo, en 1991, el número de soldados británicos muertos por el llamado «fuego amigo» -nueve en total- fue el mismo que el número de los que cayeron por disparos de los iraquíes.

La tragedia del avión británico derribado se ha producido después de que el viernes pasado, día 21, murieran ocho soldados británicos y cuatro estadounidenses cuando, al parecer por un fallo mecánico, se cayó su helicóptero en el norte de Kuwait.

Al día siguiente, sábado 22, dos helicópteros tipo «Sea King» chocaron en pleno vuelo causando la muerte de otros siete militares: seis británicos y un norteamericano.

El Reino Unido, pues, ha perdido un mínimo de catorce soldados por accidentes o «fuego amigo».

También estimó que la coalición militar es «la alianza más íntima que imaginarse pueda», y destacó la existencia de un «lazo de confianza» entre las fuerzas británicas y estadounidenses. Por su parte, el embajador estadounidense en Reino Unido, William Farish, declaró a la BBC que la pérdida del aparato fue «absolutamente terrible».

En un comunicado, Downing Street afirmó que el primer ministro fue informado del accidente, y que comprendía que «se trata de un momento extremadamente difícil para quienes están involucrados, las familias y colegas de la tripulación».