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Unos 350 civiles han muerto y más de 4.000 han resultado heridos en la primera semana de guerra, según el primer cómputo global ofrecido ayer por el Gobierno iraquí, que no informa de bajas militares, mientras el Pentágono admitió 24 muertos entre sus filas. Las bajas mortales del Reino Unido se elevan a 22, dos de ellas no confirmadas oficialmente. «Atacan a los civiles, es una agresión salvaje», afirmó el ministro iraquí de Sanidad, Omeid Midhat Mubarak, quien indicó que 36 civiles murieron y 251 resultaron heridos sólo el miércoles en Badgad, incluidas las víctimas (15 muertos y 29 heridos) del barrio residencial atacado. «Entre ellas hay muchas mujeres y niños», dijo el ministro.

Según las autoridades iraquíes, al menos un centenar de civiles han muerto en la meridional Basora, un recuento que «no es exagerado», según portavoces de la Cruz Roja, una de las pocas organizaciones humanitarias que permanece todavía en Irak.

El Pentágono también ofreció su primer recuento de bajas: 24 muertos, diez desaparecidos y siete tomados prisioneros. Un portavoz informaba también anoche de 15 heridos. Entre las tropas británicas, el número de muertos asciende a 22, si se confirma que los cadáveres mostrados ayer por el canal árabe «Al Yazira» son los de dos soldados dados por desaparecidos el pasado domingo cerca de Al Zubayr, a las afueras de Basora. Asimismo, decenas de marines estadounidenses han resultado heridos por «fuego amigo» cerca de la ciudad de Nasiriya, situada a unos 250 kilómetros al sur de Bagdad, según fuentes militares citadas por la cadena de televisión Al Yazira. Otras fuentes concretan que son 37 heridos.