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MIGUEL F.ROBIRA-SILOPI
Los aviones de la coalición bombardearon ayer las defensas de las tropas iraquíes al norte de Irak, donde EEUU ha iniciado su despliegue con el lanzamiento de cerca de mil paracaidistas. Mientras, sus aliados kurdos se preparan para atacar Mosul. El ataque aéreo contra posiciones militares iraquíes situadas al norte y al este de Mosul, la ciudad del norte de Irak más protegida por el régimen de Bagdad, fue uno de los de mayor intensidad entre los efectuados hasta ese momento en el frente septentrional. Con mejores condiciones meteorológicas que en los últimos días, los aviones aliados efectuaron al menos tres ataques casi consecutivos contra puestos militares iraquíes situados cerca de la carretera que conecta Mosul con la localidad de Dohuk.

La prioridad de las tropas de EEUU en la región será examinar la línea defensiva kurda y reforzar las zonas por las que pueda producirse una incursión de las tropas iraquíes. Pero al mismo tiempo, los mandos militares kurdos, asesorados por oficiales de EEUU, planean la estrategia para conquistar Mosul. Esta ciudad, con 300.000 habitantes, es el primer objetivo militar de las fuerzas kurdas. El régimen de Bagdad tiene al menos diez divisiones del Ejército a lo largo de la línea que separa su territorio de la zona autónoma kurda, incluidas una de soldados regulares y otra de la Guardia Republicana en torno a Mosul.

El ataque se produjo después de que mil paracaidistas de EEUU de la 173 Brigada Aerotransportada se lanzaran sobre Harir, donde está el aeródromo reparado a por la avanzadilla aliada. Desde hace varios días, al menos cuatro grupos de milicias kurdas, a las que al parecer se han incorporado miembros de las fuerzas especiales aliadas, llevan a cabo en diversos flancos misiones de reconocimiento del territorio controlado por el régimen iraquí. Ayer uno de los grupos tomó el control de una posición militar iraquí en la carretera que une Chanchamal con Kirkuk, el centro petrolero del norte del país.