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La guerra en Irak probablemente dure varios meses, pese al rápido avance de las tropas aliadas sobre territorio iraquí, y tal vez se necesite mayor poderío militar para concluirla, dijeron fuentes del Departamento de Defensa. El clima, la inseguridad de las líneas de abastecimiento, así como la resistencia iraquí ante el poderío estadounidense han obligado a reconsiderar los plazos del conflicto. Fuentes en el Pentágono temen que la prolongación de la lucha plantee la necesidad de aumentar el número de tropas que ya están en el teatro de la guerra.

Antes de iniciarse el conflicto, Tanto en el campo de batalla como en el Pentágono ya se está hablando de una guerra más dura y prolongada de lo que se esperaba hace una semana. Sin embargo, poco antes, el general Stanley McChrystal, había asegurado que no existe ninguna reconsideración de los planes originales y que todo sigue marchando de acuerdo a lo previsto.

Por otra parte, los responsables militares de EEUU reconocieron que están «sorprendidos» por la dura resistencia que sus tropas han encontrado en el sur de Irak y afirmaron que las batallas más duras para controlar el país están aún por venir. El secretario de Defensa, Donald Rusmfeld, informó de que la Guardia Republicana está estableciendo un anillo defensivo en torno a Bagdad, con un radio de 80 kilómetros, donde se plantearán «las batallas más duras».

Según el secretario de Defensa, también se puede formar una importante línea defensiva fuera de ese anillo en torno a Tikrit, ciudad natal de Sadam Husein, 150 kilómetros al norte de Bagdad. En esos puntos «se plantearán las batallas más duras que tenemos por delante», según Rumsfeld, quien consideró «razonable» que hasta que no se venza esta resistencia «no se podrá empezar a hablar del desmoronamiento del régimen» de Sadam Husein.