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EUROPA PRESS-BAGDAD
El ministro de Información iraquí, Mohamed Said al Sahhaf, afirmó ayer que su país rechaza la nueva resolución sobre el programa humanitario «Petróleo a cambio de alimentos», aprobado ayer por el Consejo de seguridad de la ONU.

«Sólo Irak puede manejar ese programa», afirmó Sahaf en una rueda de prensa en Bagdad. «Desvirtuaron la resolución 986 del Consejo de seguridad, aprobada en abril de 1995, para lanzar ese programa, que fue suspendido el 18 de marzo, antes del inicio de la guerra en Irak», dijo el ministro iraquí y agregó que las decisiones «que no ratifica el Gobierno iraquí no pueden ser aplicadas».

La ONU pidió ayer al mundo 2.200 millones de dólares para hacer frente a la grave situación de la población iraquí en los próximos seis meses y el Consejo de Seguridad dispuso la reanudación del programa «Petróleo a cambio de alimentos».

El dinero que pidió la organización serviría para adquirir la ayuda necesaria hasta finales de agosto e incluye una partida de 1.300 millones de dólares sólo para comida.

Por otra parte, los centros de Cáritas en Basora, al sur de Irak, han repartido a fecha de ayer, más de la mitad de sus reservas de material de ayuda de emergencia entre los damnificados por la guerra, según informó la organización, que tiene en esta ciudad a 25 trabajadores locales para socorrer a los afectados. Aunque ha logrado restablecerse el suministro de agua a la mitad de la población de Basora, Cáritas advirtió que se mantiene el riesgo de infecciones sobre la población de las zonas urbanas que no disponen de acceso a agua potable, interrumpida por los intensos bombardeos desde el 21 de marzo.