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Dos días antes del inicio de la asamblea del FMI y del Banco Mundial, que se celebra este fin de semana en Washington, Ken Rogoff, el economista jefe del Fondo, rebajó ayer las expectativas de un fuerte rebote económico tras la caída de Bagdad. «¿Habrá un gran salto? Quizás, pero creemos que no; prevemos una recuperación tibia», manifestó durante la presentación de informe del FMI. A medida que la guerra en Irak se acerca a su fin, cobra importancia la reconstrucción del país, devastado por el conflicto y las sanciones económicas, pero cómo realizarla y quién tendrá el papel preeminente es un tema que enfrenta a la comunidad internacional y que se tratará en las reuniones de esta semana.

Por su parte, el BM hace más de treinta años que no concede un crédito a Irak, al considerar que sus abundantes ingresos procedentes de los pozos de petróleo hacían innecesaria su asistencia. Por otro lado, la reunión de ministros de Economía del G-7 que comienza hoy estará marcada por las consecuencias de la guerra en Irak y las divisiones de opinión entre EEUU y el Reino Unido con Francia y Alemania.

Los ministros de las siete economías más desarrolladas (EEUU, Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Japón) se reúnen para analizar la situación de la economía mundial. La reconstrucción de Irak será la gran protagonista de la sesión, en particular porque la campaña militar parece estar entrando en sus últimas etapas, aunque fuentes del Departamento del Tesoro advirtieron de que aún es demasiado pronto para prometer cantidades concretas.