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OTR/PRESS-KIRKUK
El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, aseguró ayer que las tropas estadounidenses asumirán el control de la estratégica ciudad petrolera de Kirkuk, en el norte de Irak, que fue tomada por los combatientes kurdos con respaldo de las tropas norteamericanas. «Las fuerzas estadounidenses controlarán Kirkuk», afirmó Fleischer, preguntado por la afluencia de kurdos a Kirkuk tras la caída de esa ciudad del norte de Irak, respondiendo también en parte a las inquietudes expresadas por Turquía.

La ciudad cayó ayer por la mañana en manos de los 'peshmerga' (combatientes kurdos) que avanzan hacia Bagdad desde el norte de Irak, apoyados por la aviación estadounidense, aunque el mando central norteamericano en Qatar (Centcom) no ha dado áun informaciones precisas sobre su situación. De este modo, la Casa Blanca trató de calmar las preocupaciones de Turquía, que desde el inicio de la contienda ha advertido de que si los kurdos se hacen con las ciudades petroleras de Mosul o Kirkuk, Ankara tendrá razones para intervenir militarmente en Irak para evitar un 'contagio' al Kurdistán turco.

Un responsable del Ministerio turco de Exteriores declaró ayer que sería «inaceptable» que los kurdos se hicieran con un control «permanente» de Kirkuk. El jefe de la diplomacia, Abdulá Gul, aseguraba que Ankara hará «todo lo que sea necesario» en esta situación. Poco después, el propio Gul anunció que había recibido de su homólogo estadounidense, Colin Powell, garantías de que Washington «enviará refuerzos a Kirkuk en las próximas horas y relevará a las fuerzas que han entrado», diluyendo así los temores por la presencia kurda en la ciudad.