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EFE-GINEBRA
El personal de las agencias humanitarias de la ONU ubicado en los países vecinos de Irak está listo para entrar «masivamente» a repartir ayuda, pero exige que las fuerzas anglo-estadounidenses garanticen antes el orden y la seguridad, señalaron ayer portavoces de las agencias.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) no puede distribuir a la población iraquí 500.000 toneladas de alimentos que tiene en almacenes de la región por razones de seguridad. Christiane Berthiaume, portavoz del PMA, recalcó que la seguridad «es la condición número uno» para regresar a Irak, tras indicar que en Basora se han producido saqueos de los almacenes de alimentos oficiales.

Se prevé que en los primeros meses se trasladen a ese país un total de 1'6 millones de toneladas de alimentos, para lo cual se utilizarán cada mes 9.300 camiones provenientes de los cinco países fronterizos.

Por otra parte, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) denunció ayer el saqueo de los hospitales en las principales ciudades de Irak, que ha resultado en el robo de medicamentos, equipamiento e incluso camas, con lo que los pacientes están por los suelos.

«La situación en los centros médicos es desesperada porque roban medicamentos, equipamiento e incluso los muebles y camas, con lo que los enfermos están por los suelos», explicó a EFE Tamara Rifai, portavoz del CICR.

Asimismo, un funcionario de ACNUR recordó que eso organismo de la ONU ha destinado hasta el momento 30 millones de dólares para asistir a unas 350.000 personas en Irak, pero lamentó que a la fecha sólo se ha recibido una quinta parte de los 154 millones de dólares que se requieren para esta operación. «El desafío de la acción humanitaria será conseguir los fondos para la posguerra», subrayó.