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Las tropas estadounidenses detuvieron ayer al autoproclamado gobernador o «administrador» de Bagdad, el iraquí Mohamed Mohsen Al Zubeidi, informaron fuentes del contingente militar norteamericano en la capital de Irak.

McKierman, comandante de las fuerzas de tierra de la coalición anglo-estadounidense en Irak, afirmó que la proclama estaba dirigida «al pueblo iraquí», a quien aseguró que «las tropas de la coalición mantendrán el control hasta que sea transferido a un nuevo gobierno, firme y reconocido internacionalmente».

Al Zubeidi, hombre de confianza de quien en principio se pensó que era el candidato de EEUU a dirigir el nuevo Irak, Ahmed Chalabi, permanecía desaparecido de la escena pública desde la llegada hace una semana a Bagdad del general retirado estadounidense y gobernador «de facto» del país, Jay Garner.

Según el portavoz militar de las tropas norteamericanas, el capitán David Connolly, Al Zubeidi fue detenido junto a otras siete personas, de quienes no se facilitó la identidad, por su «incapacidad para apoyar a las autoridades de las fuerzas de la coalición y ejercer una responsabilidad que no es la suya».

La detención se produjo después de que el teniente general estadounidense Davic McKierman divulgara horas antes un comunicado en el que subrayaba que «las fuerzas aliadas son las únicas autoridades» y se amenazaba con tratar como «criminales» a los que intenten suplantarlas.

El comunicado también aseveraba que «ni individuos ni organizaciones podrán reclamar el control de las propiedades, civiles o públicas, ni se pueden presentar como autoridades civiles o militares sin una autorización expresa de la coalición».

«Por tanto -agregaba la declaración- nadie está autorizado a hablar como mi representante o de las fuerzas de la coalición, y cualquiera que se presente a si mismo de esa manera será considerado un desestabilizador y tratado como un criminal».