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EFE/EP-BUENOS AIRES
Los peronistas Carlos Menem y Néstor Kirchner, confirmados por el escrutinio como el primero y el segundo candidato más votado, respectivamente, cuentan desde ayer con tres semanas para volcar a su favor al electorado para la segunda vuelta.

La elección presidencial del domingo fue la más reñida de la historia reciente de Argentina, ya que el ex presidente Menem se impuso a Kirchner por 2,35 puntos de diferencia y otros tres candidatos reunieron en conjunto más del 46 por ciento de los votos. Menem ha conseguido el 24,34 por ciento de los votos y concurrirá a la segunda vuelta con Kirchner, quien ha obtenido el 21,99 por ciento de los sufragios.

La posibilidad de alianzas entre fuerzas políticas de cara a la segunda ronda del 18 de mayo se convirtió en el eje de los comentarios de los analistas y se hizo explícito en el discurso de los postulantes.

Detrás quedaron el conservador Ricardo López Murphy, que reunió el 16,35 por ciento de los votos, la diputada de centroizquierda Elisa Carrió, que obtuvo el 14,15 por ciento, y el ex presidente peronista Adolfo Rodríguez Saá, con el 14,12 por ciento.

El gobernante Partido Justicialista (peronista) se presentó dividido por primera vez, aunque en total sus tres candidatos reunieron casi dos tercios de los sufragios positivos. Los votos en blanco y nulos representaron apenas el 2,51%.

El presidente Eduardo Duhalde sostuvo ayer que los argentinos demostraron el domingo en las elecciones presidenciales que eran infundadas las denuncias y sospechas de que podía haber fraude. «Mi intención es agradecer al pueblo argentino su masiva participación, la más alta de la historia (un 80%), cuando se agitaban fantasmas de fraude. La segunda vuelta del 18 de mayo se va a realizar en el mismo clima de transparencia y de paz», dijo.