TW
0

El secretario de Defensa de EEUU, Donald Rumsfeld, inició ayer su primera visita a Irak después de la guerra, en un clima de creciente hostilidad contra su país tras la muerte en dos días de al menos 18 civiles por disparos de soldados estadounidenses en la ciudad de Falluja, cerca de la capital iraquí.

«Pero todavía hay mucho que hacer. Los restos del régimen se ven en cada esquina en este país. Aún tenemos que encontrar esos elementos y eliminar las organizaciones de terroristas que quedan en este país», indicó. Rumsfeld afirmó por la mañana en la ciudad meridional iraquí de Basora que la intención de su país es dejar el poder en manos de un gobierno estable iraquí y no permanecer en Irak «ni un minuto más de lo que sea necesario», señaló.

El secretario norteamericano de Defensa, Donald Rumsfeld, advirtió en Bagdad de que todavía quedan redes terroristas en Irak durante un discurso de agradecimiento a las tropas que han participado en la guerra.

Ante de decenas de soldados que le jalearon en el aeropuerto de la capital iraquí, el responsable norteamericano también aseguró que la citada operación bélica había sido «una guerra de liberación, y no de ocupación».

«En gran medida, la mayoría de los iraquíes eran rehenes del régimen de Sadam. Queremos que Irak vuelva a la libertad y construya un futuro con nuevos dirigentes que guíen al pueblo en lugar de matarlo. Gracias a vosotros van tener esa oportunidad», dijo Rumsfeld.