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El secretario norteamericano de Estado, Colin Powell, y la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, coincidieron ayer en señalar la necesidad de que el Consejo de Seguridad de la ONU aborde unido el proceso de reconstrucción de Irak en próximas resoluciones. Powell se refirió además a la muerte del cámara de Tele 5 José Couso y reiteró que, a falta de la conclusión de las investigaciones aún abiertas, se trató de un «trágico» incidente pero «de guerra».

Powell expresó su confianza en que el pueblo iraquí, una vez se sienta libre de la tiranía de Sadam Husein, apueste por un gobierno democrático, aunque sin olvidar que se trata de «una nación islámica». Irak «es una nación islámica y la nación decidirá cómo será gobernada», dijo Powell, quien recordó que así lo han señalado también tanto el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, como el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, y los «socios de la coalición». Sin embargo, se mostró confiado en que «el pueblo iraquí, libre ya de la dictadura y confiando en las posibilidades del futuro, abrazará una forma democrática de gobierno y estamos alentándoles en eso».

Powell y Palacio comparecieron ante la prensa en el Palacio de La Quinta de Madrid, tras una reunión y un almuerzo de trabajo, en el cual abordaron la reconstrucción de Irak y coincidieron en la necesidad de que el Consejo de Seguridad aborde unido este proceso en próximas resoluciones. Expresó también sus condolencias por la muerte del periodista español José Couso en Bagdad. No obstante, dijo que la investigación todavía está abierta y a falta de la conclusión definitiva, se trató de un incidente «trágico» pero de «guerra». Así, explicó que los soldados norteamericanos dispararon contra el Hotel Bagdad, donde estaba Couso y otros periodistas, en la necesidad de responder a fuego enemigo.