El secretario de Defensa de EE UU, Donald Rumsfeld, afirmó ayer en
Londres que Irak «no es aún un lugar seguro ni pacífico», a pesar
de que el presidente estadounidense, George W. Bush, anunció el
final de las operaciones militares de envergadura en el país.
Los religiosos iraquíes, que pidieron también la retirada de las
tropas de EE UU de la ciudad, hicieron estos llamamientos durante
la oración del mediodía, cuando centenares de miles de musulmanes
se reunieron en las mezquitas de todo el país.
«Sería un grave error pensar lo contrario -advirtió Rumsfeld-.
No debemos crear la impresión al mundo de que todo ha terminado,
porque no es así. Irak es un lugar peligroso, aún hay individuos
que lanzan granadas y que disparan a otra gente».
Rumsfeld, que ayer se vio con el primer ministro británico, Tony
Blair en su residencia de Chequers (afueras de Londres), hizo estas
declaraciones en una breve rueda de prensa que dio en el aeropuerto
de Heathrow junto al ministro de Defensa, Geoff Hoon, antes de
embarcar de regreso a Estados Unidos.
El alto funcionario estadounidenses cerró en la capital
británica su viaje de una semana que le condujo a Irak y
Afganistán, y aprovechó la gira para reunirse también con el rey
Abdalá de Jordania.
Rumsfeld señaló que, dado que aún abundan los peligros en Irak,
las tropas estadounidenses permanecerán en el país «el tiempo que
sea necesario», y explicó que también prosigue la búsqueda de las
armas de destrucción masiva.
Sobre este punto, Geoff Hoon reiteró que ambos Gobiernos están
convencidos de que las armas se hallarán, especialmente ahora que
trabajan con científicos iraquíes conocedores del asunto.
El ministro británico de Defensa reconoció que todavía se
desconoce el paradero del líder iraquí depuesto Sadam Husein, pero
añadió que las fuerzas de la coalición anglo-norteamericana no
pararán hasta encontrarlo.
Mientras, los imanes de las principales mezquitas de la ciudad
de Faluja, cerca de Bagdad, pidieron ayer a los iraquíes que eviten
enfrentamientos con las tropas de EE UU, tras la muerte esta semana
de 17 personas por disparos de soldados norteamericanos.
En la Gran Mezquita de Faluja, el jeque Yamal Shaker Al Nazal,
afirmó que líderes religiosos y tribales mantienen negociaciones
pacificas con las tropas estadounidenses en la ciudad, de unos
40.000 habitantes, de mayoría suní, y a unos 50 kilómetros al norte
de Bagdad.
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