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El periodista británico James Moller murió ayer al ser tiroteado por soldados israelíes apostados en la zona fronteriza entre la ciudad de Rafah, en la franja de Gaza, y Egipto, informaron testigos presenciales.

Moller, de 43 años y que trabajaba como camarógrafo para la productora de televisión HBO, recibió un disparo en el cuello cuando filmaba el momento en que unas excavadoras destruían varias casas palestinas.

Según los testigos, el periodista estaba ondeando una pequeña bandera blanca y caminaba con su cámara al hombro cuando fue tiroteado desde un tanque.