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El Gobierno de Estados Unidos afirmó ayer que Sadam Husein y su familia se llevaron unos 1.000 millones de dólares del Banco Central iraquí antes del inicio de la guerra. La información había sido divulgada inicialmente por el diario The New York Times, que señaló que uno de los hijos de Sadam Husein, Qusai, y un estrecho colaborador suyo, se llevaron esa cantidad.

El portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, añadió que se ignora dónde ha ido el dinero, pero sí dejó claro que el supuesto robo se habría producido «justo antes del inicio de los combates». El volumen físico del dinero era tan grande que se ocuparon tres camiones para sacarlo y dos horas para concluir la carga, según el periódico.

Mientras, el presidente de EEUU, George W. Bush, nombró ayer al ultraconservador Paul Bremer, un experto en terrorismo, como administrador civil para Irak, con poder sobre el actual responsable de la reconstrucción iraquí, el general retirado Jay Garner. Bush dijo que tiene una «total confianza» en Bremer, de 61 años y ex jefe de la oficina de contraterrorismo del Departamento de Estado de EEUU, durante una reunión en la Casa Blanca con el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.

Entre las tareas de Bremer, quien deberá informar de sus actos a Rumsfeld, figuran la creación de un Gobierno democrático en Irak y la reestructuración de la economía de ese país.