La ministra de Asuntos Exteriores española, Ana Palacio, se reunió ayer con Kofi Annan en las Naciones Unidas.

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EP-NACIONES UNIDAS
Estados Unidos, Reino Unido y España presentaron ayer al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas la propuesta de resolución para el levantamiento de sanciones en Irak. Como ya se había anunciado, en el documento se pide a la ONU que reconozca a los gobiernos estadounidense y británico como «potencias ocupantes» y únicos responsables de controlar el desarrollo político y los recursos financieros de Irak durante al menos 12 meses.

La versión fue presentada formalmente a los otros miembros del Consejo por el embajador estadounidense ante la ONU, John Negroponte, en una sesión a puerta cerrada. En la última redacción, el proyecto presenta algunas concesiones a países como Francia o Rusia, como por ejemplo el reconocimiento formal de las obligaciones de Estados Unidos, en tanto que potencia ocupante, derivadas de las Convenciones de Ginebra.

Según el texto, que consta de ocho páginas, los ingresos que se generen de la venta de petróleo y al menos 3.000 millones de dólares del país que ahora están en manos de la ONU serían transferidos a un nuevo Fondo de Ayuda Iraquí del que se harían cargo Estados Unidos y Reino Unido, que mantendrán consultas con el gobierno provisional que se forme.

Un consejo asesor independiente, que incluiría representantes del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y Naciones Unidas, se encargaría de supervisar las cuentas y transacciones que se efectúen desde ese fondo de ayuda.

Naciones Unidas sólo ejercerá de auditor de los fondos y tendrá un coordinador especial para Irak. Este coordinador, según la resolución, «trabajaría con las autoridades y la población iraquí para la restauración y establecimiento de intituciones nacionales y locales para el gobierno representativo».