El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, exhortó ayer
a israelíes y palestinos a no perder la «gran oportunidad» de
alcanzar la paz mediante el plan propuesto por el Cuarteto de
Madrid y después de los cambios estratégicos que se han producido
en la región tras la guerra de Irak.
Powell comparó los cambios estratégicos en la región tras la caída
del régimen iraquí de Sadam con la llegada al poder de un nuevo
liderazgo en la ANP, «que está dispuesto a trabajar con Israel, EE
UU, los miembros del Cuarteto y la comunidad internacional por la
paz».
«No todos los aspectos de la Hoja de Ruta gozan de consenso y
sabemos que hay observaciones y que en el futuro habrá otras
conforme avancemos, pero es obvio que en estos momentos hay
suficientes elementos que nos permiten avanzar», dijo Powell anoche
tras entrevistarse con el ministro israelí de Asuntos Exteriores,
Silvan Shalom, en una rueda de prensa en Jerusalén.
El secretario de Estado llegó ayer a la región para una visita
de dos días con la que tratará de impulsar el plan de paz
denominado Hoja de Ruta, elaborado por el Cuarteto de Madrid y que
fue presentado a las partes hace once días.
Por su parte, Shalom también dijo haber percibido los «nuevos
cambios estratégicos en la región» y dijo que «está claro que es el
momento de que los líderes regionales se den cuenta de que hay que
dar pasos concretos para alcanzar la paz». Además, dijo que en
cuanto los palestinos pongan fin al «terrorismo y la incitación»,
Israel tomará una serie de medidas para aliviar la situación de la
población palestina, que dijo, están siendo estudiadas. «Si el
nuevo liderazgo palestino está preparado para navegar hacia la paz,
se dará cuenta de que nosotros también lo estamos y estoy seguro de
que juntos encontraremos la fórmula para trabajar por la paz»,
agregó el jefe de la diplomacia de Israel.
A pesar del consenso entre Powell y Shalom acerca de relanzar el
proceso de paz, las divergencias en torno a la aplicación de la
Hoja de Ruta afloraron en la rueda de prensa.
De esta forma, Powell reconoció que uno de los retos del nuevo
primer ministro palestino, Abu Mazen, es cómo afrontar la situación
con HAMAS y la Yihad Islámica, de forma que «les impida convertirse
en una amenaza para el proceso de paz en ciernes».
Powell se negó a hablar sobre el desarme de los grupos
palestinos de oposición, tal y como exige la Hoja de Ruta, y que
Abu Mazen quiere aplazar hasta una fase más avanzada para evitar un
conflicto interno.
En lugar del desarme de estos grupos se cree que Abu Mazen
ofrecerá a EE UU un alto el fuego. «Si creen que lo único que se
necesita es un alto el fuego, me temo que ello no creará la
atmósfera propicia para avanzar», le respondió Shalom.
Otra de las cuestiones a la que ambas partes no quisieron hacer
referencia fue la de dar a conocer las medidas que EE UU exigirá a
israelíes y palestinos para restablecer la confianza y que
supondrían los primeros pasos en la aplicación del plan de paz.
De cualquier forma, Powell aseguró que EE UU está dispuesto a
ayudar a los palestinos en la reconstrucción de sus organismos de
seguridad y a enviar observadores de ese país para supervisar la
aplicación de la iniciativa de paz.
Sobre los dos principales escollos -el derecho del retorno de
los refugiados palestinos y el cese de los asentamientos-, Powell
destacó que son asuntos muy difíciles que deberán ser tratados en
el futuro y que no deben torpedear el comienzo de la aplicación de
la Hoja de Ruta.
El movimiento oficialista palestino Al Fatah ha convocado una
huelga general para hoy, al no tener previsto Powell entrevistarse
con Arafat, lo que califican de boicot al dirigente palestino.
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