Imágenes de la televisión rusa que muestran la búsqueda entre los escombros de las víctimas del atentado.

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La guerrilla separatista asestó un golpe brutal al plan de arreglo político promovido por el Kremlin para Chechenia con un sangriento ataque suicida que se cobró ayer decenas de muertos y cerca de dos centenares de heridos.

Al menos diez agentes del FSB murieron en el atentado, según fuentes de los servicios secretos citadas por la agencia oficial rusa Itar-Tass. El presidente ruso, Vladímir Putin, fue informado inmediatamente del atentado y, en una reunión con la plana mayor del Gobierno, afirmó que «este tipo de acciones buscan detener el proceso de arreglo político de la situación en Chechenia».

A primera hora de la mañana un camión «Kamaz» cargado con más de una tonelada de explosivos derribó las barreras de contención y penetró en el recinto de la Administración de Známenskoe, en el noreste de Chechenia, donde detonó su carga letal.

Según la Fiscalía General de Rusia, a bordo de la cabina del camión-bomba iban tres kamikazes, dos hombres y una mujer.

La explosión, que dejó un cráter de 16 metros de diámetro y 2,5 metros de profundidad, redujo a escombros el edificio administrativo y destruyó parcial o totalmente una decena de edificaciones aledañas, incluida la sede del departamento regional de Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB).

El Ministerio ruso para Situaciones de Emergencia informó de que el atentado terrorista se cobró al menos 40 víctimas mortales y dejó un total de 197 heridos, de los cuales 53 se encuentran estado crítico, mientras que fuentes del Ministerio chechén del Interior cifraban los muertos en «más de cuarenta».

Tanto las autoridades federales como la Administración provisional implantada por el Kremlin en Chechenia expresaron sus temores de que, dado el estado de algunos heridos, el número de muertos pueda aumentar en las próximas horas.

El atentado fue prácticamente calcado al perpetrado el 27 de diciembre del año pasado contra la sede de la Administración provisional en Grozni, acción terrorista que se cobró 72 muertos y cuya autoría fue reivindicada por Shamil Basáyev, número dos de la guerrilla separatista.