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EFE-FRÀNCFORT
La subida del euro, que ayer alcanzó el valor más alto de su historia frente al dólar, agrada al Banco Central Europeo (BCE), pero atemoriza a los empresarios, que ven cómo sus ventas fuera de la eurozona pierden en competitividad. La divisa europea llegó a alcanzar ayer los 1,1934 dólares en el mercado de Fráncfort, su récord absoluto desde enero de 1999.

Lucas Papademos, vicepresidente de la entidad europea, minimizó el lunes las ganancias del euro y repitió el mensaje del presidente del banco, Wim Duisenberg, de que la media de cambio de la divisa «cuadra ahora mejor con los fundamentos económicos del área». Por su parte, Otmar Issing, economista jefe del BCE y miembro de su comité ejecutivo, decía recientemente que la subida del euro «es una corrección» tras las bajadas anteriores y que su situación actual «está más cerca de la realidad que hace dos años».

El BCE, por su parte, fijó su cambio oficial en 1,1901 dólares, el más alto hasta el momento. Hacia las 15.00 GMT la moneda europea había bajado ligeramente y se cambiaba a 1,1875 dólares. En sus últimas declaraciones públicas, el BCE se ha mostrado tranquilo con la tendencia alcista del euro y ha asegurado que el valor actual de la divisa europea es más acorde con las características económicas de la eurozona.

Desde que la moneda única comenzara a depreciarse en los mercados poco después de su debut, el 1 de enero de 1999, el BCE ha insistido en que el euro tenía potencial de recuperación y los acontecimientos han acabado dándole la razón. La divisa europea se ha apreciado más de un 30% desde comienzos de 2002 y un 14% desde enero, ayudada por factores como las dudas sobre la recuperación económica estadounidense, el desequilibrio en la balanza comercial y de pagos de EEUU, y el diferencial entre los tipos de interés de ese país y la eurozona.