Un activista anti-euro se manifiesta frente al palacio de Westminster.

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OTR/PRESS-LONDRES
El ministro de Economía británico, Gordon Brown, intervino ayer ante la Cámara de los Comunes para asegurar que el Reino Unido solamente cumple uno de los cinco requisitos necesarios de convergencia para que pueda adoptar el euro.

En uno de los momentos más decisivos para la economía británica, Brown dijo que tomó esta decision «por el propio interés económico nacional» y aunque rechazó que el euro se adopte ahora, mostró su compromiso para que en principio pueda adoptarse en un futuro.

Según Brown, el mayor problema reside en que no existe la suficiente convergencia de la economía británica con la de los países de la eurozona y en la falta de flexibilidad de la economía del Reino Unido.

Además, formar parte del euro en estos momentos sería negativo para el empleo y no sería completamente positivo para las inversiones. El único requisito que se cumple claramente es el referido al impacto que la adopción del euro tendría en el sector financiero. En 1997, el propio Brown fijó cinco test para valorar si las condiciones económicas favorecen la entrada del Reino Unido en la eurozona, referidas a la convergencia, flexibilidad e impacto sobre el empleo, inversión e industria de servicios financieros.

Asimismo anunció que el Gobierno examinará de nuevo la situación económica en primavera del próximo año y que en el próximo otoño se publicará un proyecto de ley para que pueda proponerse una fecha para el referéndum sobre el euro si en el futuro se cumplen las condiciones oportunas.

En un principio, Tony Blair prefería convocar este referéndum antes de que finalice la actual legislatura, en el año 2005 ó 2006.