Estado en que quedó el coche, en el que viajaba Taha con su familia, después del ataque.

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Un nuevo ataque aéreo israelí contra un miembro de Hamas causó ayer la muerte de siete palestinos, mientras ese grupo islámico promete duras represalias contra Israel y exhortó a los extranjeros residentes en Israel a que abandonen el país a fin de «preservar sus vidas». Se trata del quinto ataque efectuado por helicópteros de la Fuerza Aérea israelí contra objetivos palestinos en la ciudad de Gaza en los últimos días.

El bombardeo se registró a primera hora de la tarde en el barrio Sheij Radúan en el norte de la ciudad y el objetivo era un militante del brazo armado de Hamas, los «Batallones de Izadín Al-Kasam», identificado como Yaser Taha. Taha circulaba con su familia en coche por la calle Alyila cuando tres misiles hicieron impacto en el vehículo. Un cuarto proyectil alcanzó el mismo lugar cuando tres palestinos intentaban ayudar a recuperar los cadáveres. Entre las siete víctimas mortales se cuentan la mujer de Taha y sus dos hijos, uno de ellos una niña de 3 años, mientras que el número de heridos se eleva a más de 40, dijeron fuentes médicas del hospital Shifa de Gaza.

El bombardeo es parte de la política de «asesinatos selectivos» de cabecillas de la Intifada que practica Israel y que le ha valido repetidas condenas por parte de la comunidad internacional. En las últimas 48 horas, han muerto por causa de este tipo de ataques un total de 23 personas, entre ellas seis militantes islámicos y el resto civiles: mujeres, niños y varones.