El cuerpo del soldado norteamericano fallecido ayer en un ataque yace en el suelo.

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Estados Unidos afronta una «guerra de guerrillas» en Irak y mantendrá su actual nivel de fuerzas de ocupación, aunque procurará reemplazar a las tropas que han estado más tiempo en la región, dijo ayer el general John Abizaid. «Podemos librar esta guerra contra el terrorismo en ultramar o tendremos que librarla dentro de Estados Unidos», dijo Abizaid, el nuevo jefe del Mando Central que dirige las campañas en Irak y Afganistán.

«Ninguno de nosotros, soldados en uniforme, tiene libertad para hacer esos comentarios», afirmó el general, después de que los medios de comunicación de este país estén divulgando críticas de los militares al Gobierno. Por ejemplo, un sargento declaró a la cadena de televisión ABC que tenía su propia baraja con los hombres más buscados en Irak.

Durante los últimos dos días, los medios de prensa de Estados Unidos han recogido en número creciente expresiones de cansancio y decepción de soldados en Irak y de sus familiares en EEUU, por la extensión de la misión y la continuación de la violencia.

«Es desafortunado que haya soldados profesionales que hagan comentarios críticos del presidente de Estados Unidos, del secretario de Defensa, o de sus comandantes», dijo Abizaid.

«Mis ases son Paul Bremer, Donald Rumsfeld, George Bush y Paul Wolfowitz», dijo el militar, en alusión al jefe de la Administración Civil de Irak, al secretario de Defensa, al presidente y al subsecretario de Defensa, responsables de la situación de los soldados estadounidenses.