«Ese es el siguiente paso. Estamos preparando el camino», dijo
Sánchez en respuesta a una pregunta relativa a cómo Estados Unidos
puede probar a la opinión pública iraquí que Uday y Qusay
resultaron muertos en la operación, que se prolongó durante seis
horas y en la que participaron unos doscientos soldados de la 101
División Aerotransportada del Ejército norteamericano.
El jefe del Ejército norteamericano desplegado en Irak, teniente
general Ricardo Sánchez, ofreció ayer un análisis detallado de la
operación llevada a cabo ayer, martes, en la ciudad septentrional
de Mosul y que dio como resultado la muerte de Uday y Qusay Husein,
quienes se habían refugiado en una villa propiedad de un primo de
Sadam.
Sin embargo, el teniente general Sánchez no aportó las «pruebas
fehacientes» que prometió anoche para determinar con plena
seguridad la identidad de los dos hermanos.
Asimismo, Sánchez dio cuenta de la captura del primo de Sadam y
jefe de la Guardia Republicana, Barzan Abdel-Gafur Suleiman Mayid
al-Tikriti, la «carta» número once de la baraja elaborada por
Estados Unidos con los 55 altos cargos del régimen de Sadam Husein
más buscados.
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