Esta información sobre los posibles atentados, que podrían haber
tenido lugar al finales del verano, fue proporcionada por los
miembros de Al Qaeda detenidos y corroborada por otros medios,
particularmente por las escuchas, indicaron responsables
estadounidenses al diario.
«Los servicios de inteligencia estadounidenses recibieron
informaciones sobre el interés de Al Qaeda en la utilización de
aviones de líneas comerciales, aquí en Estados Unidos y en el
extranjero, para hacer avanzar su causa», declaró el portavoz del
Departamento de Seguridad estadounidense, Gordon Johndroe.
Por su parte, la Casa Blanca oculta información sobre el 11-S
porque no quiere implicar a Arabia Saudí en los atentados. La Casa
Blanca afirmó ayer que no hará pública una sección de un informe
del Congreso sobre presuntas relaciones entre los autores de los
atentados del 11 de septiembre y el Gobierno de Arabia Saudí, a
pesar de que Riad quiere que se divulgue.
La publicación de las 28 páginas secretas «pondría en peligro
nuestra seguridad nacional y posiblemente interferiría con la
investigación del 11 de septiembre», declaró ayer el portavoz de la
Casa Blanca, Scott McClellan, sobre este tema.
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