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AGENCIAS-JERUSALÉN
El primer ministro palestino, Mahmud Abbas (Abu Mazen), y su homólogo israelí, Ariel Sharon, decidieron ayer cancelar la simbólica entrevista que iban a celebrar hoy coincidiendo con la liberación de los primeros presos palestinos. Precisamente el hecho de que fuera más una ceremonia que una entrevista con agenda cerrada llevó a Abu Mazen a suspender la cita, y a acusar una vez más a Israel de no estar cumpliendo con la 'Hoja de ruta'.

Aunque Israel presentara la liberación de presos como un gesto de buena voluntad, la eliminación de un centenar de nombres de la lista original fue acogida como un gran desaire por la Autoridad Palestina. Mazen optó por mantener un perfil bajo pero, como viene siendo habitual, el presidente Yaser Arafat asumió el papel de portavoz del descontento, afirmando que el anuncio israelí no era más que «un fraude».

La reducción de la lista vino a colmar el vaso tras varias semanas de tira y afloja a propósito de la 'valla' de seguridad que Israel construye en la frontera con Cisjordania, y cuyas obras se ha negado a detener a pesar de que el presidente estadounidense, George W. Bush, se lo pidió personalmente a Sharon en Washington. La presión de la Casa Blanca era la última esperanza de Abbas y fracasó.

Israel insiste en que el muro es una cuestión casi de 'supervivencia' y se negaba a introducirla en la agenda de la reunión de hoy, así como el examen de nuevas liberaciones de presos. En este último punto, el Gobierno se escuda en las recomendaciones de sus servicios de seguridad interior (Shin Bet), que en el último momento decidieron vetar un centenar de nombres de la lista inicial de 443.