El general ibicenco Alfredo Cardona, en su tienda-despacho en la población iraquí de Ad-Diwaniya.

TW
0

Los ataques contra las fuerzas de ocupación y los disturbios originados por la falta de carburante y los cortes de electricidad en Basora (sur) dejaron ayer más víctimas en Irak, cuando Washington estudia la posibilidad de presentar ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) una nueva resolución sobre la reconstrucción del país árabe.

Durante las últimas horas, siete iraquíes murieron y más de dos decenas resultaron heridos en diversos enfrentamientos con los soldados de la coalición estadounidense-británica en todo el país.

La nueva resolución establecería una misión de la ONU encargada de supervisar el consejo de gobierno transitorio iraquí, creado el pasado 13 de julio bajo la tutela estadounidense, según la edición dominical de 'The New York Times', que citaba a diplomáticos de la ONU.

Washington quiere reforzar la legitimidad del consejo iraquí y poner de relieve la idea de que la ONU desempeña un papel central en Irak, si bien los diplomáticos consultados admitieron que la resolución no daría prácticamente más poder a las Naciones Unidas, encargadas de contribuir a la reconstrucción y proporcionar ayuda humanitaria.

Mientras, por segundo día consecutivo se registraron disturbios en Basora, la gran ciudad del sur de Irak, donde las tropas británicas que intentaban calmar a la población exasperada por la escasez de petróleo y los cortes en el fluído eléctrico fueron blanco de disparos. Un iraquí murió y otros ocho resultaron heridos.