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El primer ministro británico, Tony Blair, se declaró ayer «orgulloso» de haber invadido Irak y rechazó disculparse por la participación del Reino Unido en el conflicto. «No me disculpo por Irak. Me siento orgulloso de lo que hemos hecho», afirmó categóricamente Blair durante una entrevista a la cadena de la televisión británica BBC.

«Considero que hicimos lo correcto con el derrocamiento de Sadam Husein. Creo que el mundo es un lugar más seguro», subrayó el primer ministro.

El gobernante laborista recalcó también que «volvería a hacer exactamente lo mismo una vez más» y elogió a las soldados británicos desplegados en Irak, a quienes definió como «héroes» por haber hecho «un trabajo magnífico».

Blair se enfrenta desde ayer al congreso laborista más difícil de su mandato, acosado por problemas como la guerra de Irak o el «caso Kelly», que han minado su popularidad entre los electores. La conferencia anual del Partido Laborista se celebra hasta el jueves en Bournemouth, donde Blair llegó el sábado para preparar el discurso que pronunciará el martes, en su décimo congreso como líder de la formación.

Esa intervención se prevé crucial porque la popularidad del laborismo ha caído en las encuestas a niveles inéditos desde 1987.