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EFE-BERNA
El triunfo de la Unión Democrática de Centro (UDC), partido xenófobo de extrema derecha que se convirtió ayer en la primera fuerza del país por delante de los socialistas, ha provocado un seísmo político en una Suiza que había sido hasta ahora un oasis de estabilidad.

Los resultados de esta votación constituyen una grave derrota para la derecha liberal, representada por el histórico Partido Radical Demócrata (PRD), así como para el Partido Demócrata Cristiano (PDC), de centro-derecha.

Según las primeras proyecciones de voto, la UDC es la ganadora de las elecciones al Parlamento federal, al haber obtenido un 27,2% de los votos, cuatro puntos más que su inmediato competidor, el Partido Socialista. Con los votos conseguidos, a la UDC le corresponderán 56 de los 200 escaños del Consejo Nacional (Cámara de Diputados), mientras que los socialistas, con un 23,3% de los sufragios, tendrán 52 representantes.

Cada una de estas dos formaciones pierde ocho escaños en el Parlamento, según las primeras proyecciones a nivel nacional, y se quedan con 35 y 27 representantes, respectivamente. El partido Verde logró un significativo ascenso en cuanto a votos y consiguió 5 escaños más en el Consejo Nacional, con los que alcanza un total de 14.

La UDC, que tenía un solo representante en el Consejo Federal (Gobierno) frente a dos de cada uno de los tres otros partidos más votados (PRD, PS Y PDC), se apresuró anoche a reclamar un miembro más en ese órgano, que cumple las funciones de poder ejecutivo.