El tribunal ordena que Jodorkovski permanezca en prisión.

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EUROPA PRESS-MOSCÚ
El propietario del gigante petrolero Yukos, Mijail Jodorkovski, considerado el hombre más rico de Rusia, fue encarcelado tras ser acusado de, entre otras cosas, evasión fiscal y fraude a gran escala. Algunos medios de comunicación nacional han visto en esta intervención judicial una operación del Kremlin para alejar al poderoso millonario de la política.

Cuando Jodorkovski llegó a la Fiscalía le esperaba un documento de 50 páginas en el que se detallan los cargos imputados por la violación de siete artículos del Código Penal. La Justicia le impuso siete cargos, en concreto los de apropiación fraudulenta a gran escala de propiedades a través del engaño, ignorar decisiones judiciales, infligir daños a gran escala con un grupo organizado, repetida evasión de impuestos en connivencia con un grupo de particulares, omisión del pago de impuestos o de tasa de seguros a fondos no presupuestados, falsificación repetida de documentos oficiales y especulación con la propiedad ajena.

Después de un espectacular arresto en el aeropuerto de Siberia, donde el avión privado de Jodorkovski había hecho escala, el empresario fue trasladado a Moscú, donde fue interrogado por la Fiscalía, que le imputó siete delitos, y luego conducido a un tribunal criminal, que decidió encarcelarlo.

Un portavoz de Yukos, Alexander Shadrin, describió lo espectacular de la detención del magnate. Al parecer, dos autobuses se acercaron al lugar y un grupo de agentes de la policía especial FSB descendió e irrumpió en el avión gritando: «¡FSB!. ¡Armas al suelo o disparamos!». Después, un agente conminó a Jodorkovski a salir del aparatao y este respondió con un «OK, vamos».

Una fuente de la Fiscalía General indicó -para justificar la aparatosa detención- que «Jodorkovski había sido convocado (ante la Justicia) anteriormente. Mientras la Fiscalía lanzaba este mensaje, el portavoz de Yukos insistía: «El incidente no afectará a nuestra producción u operaciones financieras».

En cifras, se le acusa de apropiarse de forma indebida del 20 por ciento de la empresa metalúrgica OAO Apatit, de haber evadido impuestos por valor de 556 millones de dólares y de haberse apropiado de 407 millones de rublos (13'6 millones de dólares) procedentes de fondos presupuestarios. Como particular, se le acusa de evadir impuestos por valor de 1'7 millones de dólares. Además, la Fiscalía considera que él y un accionista de Yukos, Platon Levedev, causaron un daño de mil millones de dólares.