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JUDITH MORA-LONDRES
Iain Duncan Smith dejará de ser líder del Partido Conservador británico, primera fuerza de la oposición, tras perder ayer una moción de confianza forzada por sus detractores por 75 votos a favor y 90 en contra. De acuerdo con la normativa vigente, Duncan Smith deberá dimitir de su cargo, que ganó por mayoría en 2001, para ceder el paso a su sucesor, que será elegido por el partido en un proceso cuya primera votación se celebrará el 11 de noviembre.

El hasta ayer líder conservador necesitaba el voto de la mitad más uno (84) de los 165 miembros del grupo parlamentario para salvar su liderazgo que, paradójicamente, contaba con el respaldo de la base, como se constató en el reciente congreso anual de la formación. Sus detractores estaban entre sus colegas del Parlamento, quienes criticaban su poca agresividad y escaso carisma para hacer frente al primer ministro laborista, Tony Blair.

«El grupo parlamentario se ha pronunciado y abandonaré el cargo cuando sea elegido mi sucesor», declaró el líder, derrotado, a las puertas de la sede del Partido Conservador en Londres. Con aire digno y tono contenido, Iain Duncan Smith, que durante su liderazgo ha recibido puyazos por ambos costados, agradeció «el inmenso honor» de haber podido servir a los «tories» y adelantó que respaldará a su sucesor «sea quien sea».

«Aunque ya no pueda ser el primer ministro del primer Gobierno conservador del siglo XXI, creo que dejo un programa político serio y sólido para ese Gobierno», dijo Duncan Smith en su despedida. A los ataques por su talante de «hombre tranquilo» (como él mismo se definió una vez), se sumó en su contra una reciente acusación por contratar a su esposa Betsy como secretaria con fondos públicos.