El ataque destrozó la sinagoga de Neve Shalom, en el centro de Estambul, y los alrededores.

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FRANCE PRESS-ESTAMBUL
El ministro turco del Interior, Abdulkadir Aksu, consideró que podrían haber sido obra de terroristas suicidas, a pesar de que una cámara de seguridad grabó a un hombre que aparcó un vehículo rojo cerca de la sinagoga de Neve Shalom y salió de él. Poco después, el coche hizo explosión. Poco después, la agencia de noticias turca Anatolia recibió una llamada anónima de una persona que reivindicó los dos ataques, en los distritos de Kuledibi y de Sisli, en nombre del IBDA-C. «La razón (de los atentados) es detener la opresión de los musulmanes (...) Nuestros actos proseguirán», dijo esta persona. Mientras, sobre el terreno los servicios sanitarios atendían a decenas de personas y se afanaban por trasladarlas a los hospitales locales, que rápidamente quedaron colapsados. La cifra de víctimas mortales no parece cerrada y los hospitales continuaban pidiendo anoche a la población que donara sangre.

La cadena 'CNN Turk' mostró durante la mañana imágenes de personas con la cara cubierta de sangre en las cercanía de la Neve Shalom, donde se produjo el mayor número de víctimas. Toda la fachada de esta sinagoga, construida en los años 40 y una de las más grandes de Turquía, se derrumbó. Según el embajador de Israel en Turquía, Pinhas Avivi, la mitad de los fallecidos son judíos. «Los autores de estos atentados sabían que causarían muchas víctimas no judías» en las dos sinagogas, muy vigiladas por las autoridades turcas, estimó. Unas horas más tarde, el primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, condenó enérgicamente los atentados y afirmó que atentan contra la «estabilidad y la paz de Turquía». «Considero que son bombas lanzadas contra la estabilidad y la paz de Turquía», dijo Erdogan.

Por su parte, el ministro turco de Exteriores, Abdulá Gul, aseguró que éste fue «un acto terrorista con ramificaciones internacionales», insinuando que podría tratarse de Al Qaeda. «Estamos frente a un ataque terrorista diferente» a los perpetrados hasta ahora en Turquía, señaló. El ataque contra dos templos judíos provocó una reacción rápida del Gobierno israelí, que condenó enérgicamente el ataque a través de su ministro de Exteriores, decidido a combatir a las «fuerzas del mal». Shalom aseguró además que la corriente contra Israel en Europa no puede separarse de la forma con la que Israel está siendo presentada en el continente, esto es, como un Estado judío. Shalom dijo que este fenómeno aviva el terror verbal que conduce al terror físico. Pos su parte, el presidente estadounidense, George W. Bush, condenó enérgicamente el atentado y recordó que «las distintas comunidades religiosas de Turquía, musulmana, judía y cristiana, han convivido conjuntamente desde hace décadas».