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DOGAN TILIC-ANKARA
Miles de ciudadanos participaron ayer en marchas de protesta en Turquía por la reciente ola de atentados con coches bomba que dejó 55 muertos en Estambul, cuyos autores han sido identificados por la policía. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció ayer durante las exequias de un policía que falleció al intentar detener uno de los coches bomba que entre las víctimas mortales figuran «cuatro terroristas turcos vinculados a organizaciones internacionales».

La oleada de explosiones comenzó el sábado con los dos atentados que tuvieron como blanco las sinagogas de Neve Salom y Beit Israel en Estambul. Cinco días después, dos de los barrios más céntricos de Estambul fueron sacudidos por cuatro explosiones contra intereses británicos, que además de 30 muertos dejaron 450 heridos.

Según la prensa turca, la policía había identificado a Ezad Ekinci y Feridum Ugurlu como responsables de esos ataques, información que no fue confirmada por Erdogan. Los dos supuestos suicidas citados por los medios habían sido acusados de ayudar a los autores en los atentados suicidas del pasado sábado contra dos sinagogas de Estambul, que causaron 25 muertos y más de 300 heridos.

En esa ocasión, las fuerzas de seguridad identificaron, apenas 12 horas después, a los dos suicidas de nacionalidad turca que según la policía «habían recibido instrucción en campos de entrenamiento de organizaciones islámicas en Pakistán, Afganistán e Irán».

Los atentados en cadena sorprendieron a la sociedad de Turquía, donde miles de ciudadanos tomaron ayer las calles de las principales ciudades en protesta por la oleada de violencia.

Bajo el lema «Paz contra la violencia y el terror», Organizaciones No Gubernamentales, asociaciones de profesionales y sindicatos convocaron «marchas silenciosas» para denunciar los ataques.