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EFE-MILÀN
El ex presidente y accionista mayoritario del grupo alimentario Parmalat, Calisto Tanzi, permanecerá en la cárcel de Milán (norte) por decisión judicial, tras haber sido sometido ayer a un primer interrogatorio.

Los investigadores sospechan que Tanzi pudo apropiarse de cientos de millones de euros a través de un complejo entramado de sociedades «off shore» situadas en paraísos fiscales, como Bonlat, la financiera del grupo con sede en las Islas Caimán.

Fuentes judiciales confirmaron hoy la prisión preventiva para el empresario, al que se le imputan diversos delitos entre los que figuran los de bancarrota fraudulenta, estafa y «especulación abusiva».

Un equipo de magistrados de las fiscalías de Milán y Parma comenzó ayer el interrogatorio de Calisto Tanzi en la cárcel milanesa de San Vittore, a donde fue conducido tras su detención. Sobre Tanzi, de 65 años y que en los últimos días se hallaba en paradero desconocido, pesaba una orden de prisión preventiva acusado de los delitos de bancarrota fraudulenta y «asociación para delinquir».

Según informaron ayer fuentes judiciales, tras las primeras declaraciones del empresario se perfila además la existencia de los delito de estafa y «especulación abusiva».

Entre los principales testigos que inculpan al fundador de Parmalat se encuentra el ex director financiero de la sociedad, Fausto Tonna, considerado el «cerebro» de un complejo entramado de «ingeniería financiera» cuajado de maniobras ilícitas durante los últimos quince años.

El empresario detenido ha negado todos estos cargos y ha negado desconocer la existencia de las sociedades fantasma que aparecen en los documentos incautados.