Nada más cerrar los colegios electorales, sin que se hubiera
iniciado el escrutinio, Saakashivili proclamó su victoria ante
miles de partidarios reunidos en el Teatro Filarmónico, que
recibieron a su líder con una ovación cerrada.
«Georgia sobrevivirá y se convertirá en un país desarrollado y
floreciente», exclamó Saakashvili, a quien los sondeos a pie de
urna le concedieron la victoria con el 85,8 por ciento de las
preferencias.
En esas encuestas, ninguno de los otros cinco candidatos
conseguía alcanzar el uno por ciento, mientras que el 12 por ciento
se negó a contestar la pregunta de a quién había votado.
La presidenta en funciones de Georgia, Ninó Burdzhanadze,
tampoco esperó a que se conocieran los primeros resultados
preliminares para destacar que la victoria de Saakashvilki «muestra
que el país está preparado para grandes reformas».
Para esos momentos, la Comisión Electoral Central había ofrecido
sólo datos de participación, que consignaban que cuando faltaba una
hora para el cierre de los colegios electorales había votado más de
1.600.000 de ciudadanos, es decir que se había superado con creces
el 50 por ciento necesario para darle validez a los comicios.
«Saakashvili merece esta victoria, pues fue un verdadero líder
de la revolución», dijo Burdzhanadze a la cadena de televisión
«Rustavi-2». Según la jefa de Estado en funciones, la tarea
estratégica del nuevo presidente, que tomará posesión de su cargo
el próximo día 25, es restablecer la integridad del país y resolver
los conflictos de Abjasia y Osetia del Sur, regiones que se
escindieron de facto de Georgia.
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