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RAFAEL CAÑAS-WASHINGTON
El senador John Kerry se perfila como el candidato del Partido Demócrata que se enfrentará a George W. Bush en las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre próximo, aunque varios de sus rivales siguen en la lucha. Kerry fue el claro vencedor de las elecciones primarias y asambleas que el Partido Demócrata celebró en la madrugada de ayer en siete estados norteamericanos, ya que logró amplias victorias en cinco de ellos: Misuri, Arizona, Nuevo México, Delaware y Dakota del Norte.

«No vamos a dar nada por regalado», afirmó Kerry en un discurso para celebrar sus victorias, en el que prometió que «derrotaremos a George Bush». Aún así, la campaña de Bush está realizando un enorme esfuerzo de recaudación de dinero, ya que ha batido su propio récord de hace cuatro años y confía en lanzar un abrumador ataque contra Kerry en los próximos meses.

De esta forma, el senador por Massachusetts se ha consolidado como el hombre que puede derrotar a Bush en noviembre. Muchos de los votantes demócratas dijeron en los sondeos a pie de urna que habían decidido su voto en función de qué candidato tiene más posibilidades de ganar en noviembre.

Según la última encuesta de Gallup, si hubiera elecciones ahora, Kerry lograría un 53 por ciento de los votos frente al 46 por ciento de Bush. Además, el sondeo de Gallup indica, por primera vez, que el índice de aprobación de Bush al frente del Gobierno está por debajo del 50 por ciento. Sólo un 49% respalda su gestión, frente a un 48% que la desaprueban.

Las votaciones del martes mostraron que Kerry puede ganar también en los estados del sur y suroeste del país. Incluso, según las respuestas de los votantes, logró un gran apoyo en la mayoría de los subgrupos de votantes (miembros de sindicatos, hispanos y jubilados).