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El presidente de EE UU, George W. Bush, anunció ayer la composición de la esperada comisión independiente que investigará los fallos en la información sobre las supuestas armas de destrucción masiva en Irak que condujo a la guerra el año pasado.

La comisión estará copresidida por el ex senador demócrata Chuck Robb y el juez conservador Lawrence Silverman, en un intento de acallar las críticas que ponían en entredicho la independencia de un comité nombrado íntegramente por la Casa Blanca.

En una breve intervención ante la prensa convocada repentinamente y en la que no admitió preguntas, Bush indicó que la comisión dará a conocer sus resultados el 31 de marzo de 2005, cinco meses después de las elecciones presidenciales del próximo noviembre.

Este grupo tendrá como misión «examinar la capacidad de nuestros servicios secretos, en especial en lo relacionado con las armas de destrucción masiva», explicó el presidente.

Estas armas, aseguró, representan «una grave amenaza» y es indispensable garantizar que «nuestros servicios secretos son capaces de hacer frente a ese desafío».

El presidente había anunciado el pasado lunes la creación de esta comisión, después de que el ex jefe de los inspectores estadounidenses de armamento en Irak David Kay denunciara que no había armas de destrucción masiva en el país árabe antes de la guerra y culpara a los servicios secretos de aportar datos inexactos. «Kay declaró que algunas de las evaluaciones de los servicios secretos antes de la guerra, en EE UU y otros países, acerca de las armas en Irak no se han visto confirmadas. Estamos decididos a averiguar por qué», declaró Bush.