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EFE/AFP-MÚNICH/JERUSALÉN
El rey Abdalá de Jordania afirmó ayer en la Conferencia de Seguridad de Múnich que es necesario que la comunidad internacional ejerza presión para sacar al proceso de paz de una situación en la que las partes se limitan a «controlar los daños». Abdalá acudió a la Conferencia de Múnich, un foro extraoficial que reunió este fin de semana a políticos y expertos de 45 países, inclusive todos los ministros de defensa de la OTAN, para pedir ayuda para los que están en «la primera línea de fuego» de la lucha por la paz y el desarrollo.

A lo largo del fin de semana se debatieron diversas iniciativas para la región: empezando por una estrategia del ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer, para coordinar los esfuerzos de la UE y la OTAN en el Mediterráneo y para crear un pacto por la modernización y estabilización de Oriente Medio. Los representantes de EEUU, empezando por el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, se centraron más en la cuestión de Irak e hicieron campaña en favor de que la OTAN asuma un papel en ese país donde, según reconoció el senador John McCain, las tropas estadounidenses necesitan un relevo.

La conferencia de Múnich se ha centrado este año en las perspectivas de resolver, mediante esfuerzos multinacionales, los conflictos de Irak, de Oriente Medio de Afganistán y, más allá, de todo el mundo islámico, donde está en juego, según coincidieron la mayoría de los oradores, la paz mundial.

«Hoy -dijo el rey- Oriente Medio está en primera línea de fuego , quizás sea la primera línea de fuego, de la lucha por la paz y el desarrollo», y el mundo árabe está metido en un esfuerzo por resolver conflictos y sacar adelante un verdadero desarrollo, cuyo resultado «impactará al mundo entero».